viernes, septiembre 01, 2006

ReCuErDoS


Belleza hay en la gota que cae, perpendicular al suelo, abandonando al moribundo y regando la tierra, separándose de golpe, del trozo de carne que la vio emerger, alejándose de la vena que fue tinaja de transporte, en su viaje hacia la nada.
Locura en el brillo del puñal, en su hoja filosa y dentada, en la mano que la empuña vacilante, que separa su calor del mango y la deja estrellarse fulminante contra la tierra.
Lujuria de un rojo ocre que se esparce, como lava atragantándose con el todo, derribando sueños, trastornando utopías, llamando como en celo a la muerte, pintando de atardecer el traje y transformando en cubismo el realismo mágico...
Estertores, rictus, caída al abismo, llanto.
Abandona su crisálida de niño el adulto y deja que sus pies semejen a Mercurio, buscando afanado los brazos de la dama de corona, antorcha y libro siempre abierto, escapando hacia la oscuridad, huyendo de la luz...
El anciano busca sus sesos desperdigados, mientras sus tripas abandonan su habitual lecho... qué haré ahora Dios mío, qué haré?... lágrimas dulces, resbalan sobre su máscara de carmín y juegan a ser caminos entre tanto llanto absurdo... Mamita no me dejes, mamita, desde el cielo...
Las palomas baten alas desde lo alto de la cúpula
Acechan los perros, olisqueando donde comenzar el festín
Las horas transcurren tan a prisa (como estampida de elefantes)
Un niño juega a trastornarse, y decide arrojarse al abismo
El lecho de un río abre sus brazos amantes y acoge al nuevo hospedado
El viejo deja inmóvil su mirada
No tiene apuro.